Predica con el ejemplo - Gandhi y el azúcar
En una ocasión una madre llevó a su hijo ante Mahatma Gandhi con la esperanza de que este le ayudara a resolver su problema. La madre estaba muy preocupada porque su hijo estaba comiendo demasiada azúcar y ella temía que pudiera enfermar si no ponía remedio pronto a su adicción.
Así que puso su esperanza en aquella visita en la que pidió a Gandhi que le dijera a su hijo que dejara de comer azúcar. Pero para sorpresa de la mujer, este le respondió que no podía decirle eso a su hijo en esos momentos y le indicó que volviera de nuevo con su hijo dentro de dos semanas.
La mujer volvió a casa decepcionada ya que había recorrido un largo camino y no había obtenido lo que necesitaba. Sin embargo, confiaba en la sabiduría de Gandhi así que dos semanas más tarde volvió a llevar a su hijo ante él.
En esta ocasión, Mahatma Gandhi miró al niño y con seguridad pero benevolencia a la vez y le dijo: “Hijo, no comas tanto azúcar”. Ante lo cual el niño aceptó el consejo. La madre miró agradecida y a la vez perpleja a Gandhi y le preguntó: “¿Por qué debió esperar dos semanas para decírselo si podía haberlo hecho la primera vez que lo traje?” Y el sabio le contesto: “Porque hace dos semanas, yo también estaba comiendo azúcar.”